Existen diversas metodologías para medir la pobreza en una población. Entre las más comunes se encuentran la Pobreza Monetaria, que evalúa la pobreza basada en los ingresos de las personas; las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), que se centran en las carencias que impiden a las personas llevar un nivel de vida adecuado, considerando aspectos como salud, educación y vivienda; y el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), que examina cinco dimensiones vitales de los hogares, proporcionando una visión más completa de la pobreza.
A lo largo de la historia de la medición de la pobreza en Colombia, se ha observado una evolución significativa. Las primeras mediciones de NBI datan de 1973 y revelaron una alta tasa de pobreza del 70,3 %. Sin embargo, bajo este criterio, la tasa de pobreza ha experimentado reducciones sustanciales, llegando a un 14,28 % en 2018. Además, en el período de 2010-2014, se propuso el MIP como una medida oficial de pobreza, y más de Una década después, en 2022, se logró reducir la tasa de hogares en condición de pobreza a un 12,9 %.
Esta evolución en las metodologías y cifras de pobreza refleja los esfuerzos para comprender y abordar este desafío socioeconómico.